martes, 23 de agosto de 2011

Fomento de la lectura... ¿o de determinada lectura?

Ayer por la noche, leyendo un periódico por internet, me encontré una noticia sorprendente:

Los responsables del concurso de belleza Miss Italia han decidido que entre los requisitos para concursar esté el leer al menos tres libros al año y periódicos con regularidad, aparte de rechazar los implantes y las operaciones estéticas y demás. Por lo visto es para que se vea que la belleza de las italianas no reside sólo el físico, sino que tienen además un espíritu cultivado.

No voy a ser yo la que esté en contra de que se lea, líbrenme los cielos, pero debo decir que 3 libros al año es un poco escaso. Entiendo que en plena manicura es difícil leer; aunque en el gimnasio (especialmente en la bicicleta) puede ser más fácil. Seguro que la vida de estas jovencitas está tan llena de ocupaciones que ya se pueden sentir culturalmente realizadas si leen los titulares de la prensa y una paginilla diaria. Por eso, libros de más de 1000 páginas... Complicado lo veo.

Los organizadores sugerían como lecturas Ana Karenina, Madame Bovary y Orgullo y Prejuicio, entre otras, parece ser. Y ahí empiezo a hacerme otras preguntas: No hay dudas de la calidad de tales obras, pero...

  • ¿No hay ni una sola obra de autor italiano?
  • ¿Es que sólo se sugiere literatura con protagonistas mujeres?
  • ¿No hay novela contemporánea, sino que nos quedamos en la decimonónica?
  • ¿No hay ensayo?
  • ¿De poesía o teatro ni mencionar?
  • ¿Clásicos (griegos, romanos, anteriores al siglo XVIII)?
A pesar de que los personajes de Ana Karenina, Emma Bovary y Elizabeth Bennet son mujeres de carácter para las convenciones de la época en que se escribieron sus respectivas historias, no estaría de más reconocer que el ideal femenino que presentan está bastante obsoleto. Recordar que un descarado remedo de la novela de Jane Austen es ni más ni menos que El diario de Bridget Jones, cuya modernidad es una fachada y que tuvo muchísimo éxito, con películas incluídas.

Si el asunto es que sea literatura femenina... ¡¡Ufff, qué cansino!! La literatura es buena o mala, da lo mismo si el protagonista se llama Ana o Adso, por poner uno de una novela en que las mujeres son casi inexistentes (e italiana).

Y eso de recomendar lecturas, me recuerda a los exámenes de idiomas para extranjeros, donde se obliga o sugiere la lectura de determinados libros, y luego hay preguntas relacionadas con ellos.

Lo de las cuotas en el arte es tan banal, que intentar meter con calzador mujeres en la nómina de las que han sido escritoras, músicas, o pintoras es, a fin de cuentas, estúpido. Otra cosa es intentar que las mujeres accedan en mejores condiciones a la educación, la cultura y el mercado de trabajo, para poder llegar a puestos de mayor responsabilidad y a reconocimiento en su esfera profesional, sea cual sea.

No me gustan los concursos de belleza, me parece una exhibición de carne fresca. Lo de intentar dar una pátina de "pudor" (se citaba esta palabra en la noticia) y de conocimiento en estos certámenes es casi un contrasentido, pues no creo que gane una menos agraciada y que haya leído sus correspondientes libritos o incluso alguno más, a un bellezón que sea el prototipo de guapa pero tonta.

Pero en fin, hagamos que suba el nivel de lectura entre los jóvenes. Con un poco de suerte, a lo mejor nos enteramos por la prensa de qué es lo que han leído y las bibliotecas se llenan de peticiones de varios libros, de tres en tres, "porque la nueva miss Italia, que es muy guapa" lo ha leído.

PS: por alusiones al comentario de Neuronalterada: No niego que las cuotas son un perfecto ejemplo de que las buenas intenciones empedran el camino del Infierno (lasciate ogni speranza, voi ch'entrate... Me salen los clásicos italianos por los poros, je je). Lo que no es una estupidez es evitar el infanticidio femenino y las situaciones de maltrato en general; hacer políticas efectivas para el acceso de las niñas a la educación y la sanidad; y que el embarazo y la maternidad no supongan ni un riesgo para la salud, ni una forma de evitar el acceso a la independencia económica y a una mayor consideración e igualdad social; por último, evitar situaciones de desamparo en las mujeres ancianas, que ya se sabe que tienen mayor esperanza de vida que los varones (que los dirigentes se encarguen de imaginar y poner en práctica políticas para ello. Yo no voy a dar pistas).

Y después de esta soflama, gracias por el comentario.

1 comentario:

Neuronalterada dijo...

CAAAAÑAAAAAAA!!!!!

Ah, las cuotas femeninas (en todo) es una soberana memez (en mi opinión)