viernes, 12 de diciembre de 2008

Sobre pintadas y demás

Esta semana, no me acuerdo del día, tomé el metro para ir a trabajar. En el vagón estaba pegado uno de los pasquines de libros a la calle, dedicado a un poema de Ángel González que me encanta.

Lo de poner fragmentos de literatura en el metro y el autobús creo que lo iniciaron en el Reino Unido, pero yo lo he visto también en Estocolmo. Aunque el formato en Madrid me parece más atractivo, pues acompaña al texto una imagen hecha por un ilustrador conocido.

A lo que iba. Tras leer de nuevo el trozo de poema, me dí cuenta de que alguien había pintado encima del dibujo, una estupenda caricatura del propio Ángel González caminando desnudo hacia no se sabe dónde. Como es fácil imaginar, al bueno del poeta le habían "plantado" un aparato genital masculino completo, bastante tosco y desproporcionado con la figura original. Me pareció una forma burda de fastidiar algo muy hermoso.

Llegué a mi trabajo y no le dí más vueltas, pero cuando regresé a mi casa, en otro vagón, de otra línea de metro, encontré el mismo poema... Esta vez le habían emborronado con rotulador dorado la zona de los glúteos, haciéndole una especie de calzoncillos de lamé.

No pude dejar de reírme, acordándome del contraste entre lo visto por la mañana y luego por la tarde; entre la grosería fálica y la pudibundez estúpida. ¿Todavía tenemos miedo de la representación estética del desnudo? ¿Todavía necesitamos "añadir" lo que sabemos que está, o taparlo?

Junto a esto, leí el martes en el blog de Bruno Medina que una "grafitera" lleva más de 40 días encarcelada en una prisión de S
ão Paulo.

Hace unos meses quizá, la Bienal de arte de esa ciudad presentó un espacio enorme, pintado de blanco,
vacío. A los pocos días, una banda de "grafiteros" entraron allí y se pusieron a pintarlo todo. Evidentemente, uno de ellos es esta joven. Al parecer les han enjuiciado por atentar contra un establecimiento público.

No me interesa entrar en si es o no desproporcionado el castigo, ni poner en solfa leyes que no conozco, pero sí quiero lanzar alguna preguntilla al aire: ¿Los "grafitti" son arte? ¿Las firmas con rotulador o spray son arte? ¿Lo es un espacio blanco y vacío?

Esto me recuerda, claro está, aquella estupenda obra de teatro de Yasmina Reza que se llama, cómo no, ARTE.

PS: Escribiendo sobre ilustradores, le han dado el premio Quevedos a
un estupendo dibujante brasileño, Ziraldo.

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