jueves, 28 de mayo de 2009

De lectura

Uf, llevo casi un mes sin escribir ni una palabrita. Espero que la espera haya exacerbado las ganas de leer. Aviso que el blogusino de hoy tiene trasfondo bibliotecario. Teneis permiso para desertar...

Acabo de darme cuenta de que mañana va a inaugurarse la Feria del libro de Madrid. Espero que como es habitual, haga un calor de espanto, un par de días de lluvia torrencial y muchos, muchos libros. Suelo hacer acopio todos los años, sobre todo de libros de verano, esto es, tochos que no llevo al trabajo porque pesan. Aún recuerdo el placer que me supuso leer Los Maia de Eça de Queirós, por consejo de un buen amigo bibliotecario (y ex-jefe, para más señas). Un buen novelón decimonónico es estupendo para los calores. Lo recomiendo vivamente.

Sobre lectura, no sé si os acordáis la noticia que salió hace unas semanas sobre el nuevo plan de lectura que se pretende instaurar en Venezuela. El objetivo es llevar a las gentes hacia el bolivarianismo revolucionario de su presidente. Cuando lo leí, se me pusieron los cabellos como escarpias. No por el confesado propósito ideológico del plan, sino porque dudo bastante de la calidad literaria de determinados opúsculos que aparecían casi como lectura obligada.

Los planes de lectura me parecen necesarios, en cualquier lugar. Estamos viviendo una epidemia en que las personas leen, pero no entienden lo que leen. Lo que se llama analfabetismo funcional. Soy también una idealista incurable que cree que el acceso a la educación y a la cultura nos hace mejores ciudadanos y mejores personas, en general. Con un poco de suerte, el plan venezolano de lectura abre la mente a algunos beneficiarios, que irán más allá de consignas bolivarianas y se atreverán a saber.

Reflexionando sobre esto, me acordé de un libro espeluznante que leí hace unos años: LTI, de Viktor Klemperer (hay traducción española). Este filólogo alemán sufrió la barbarie nazi y se libró de acabar gaseado porque estaba casado con una mujer "aria". En el libro, que forma parte de sus memorias, analiza el cambio del lenguaje que se produjo con la llegada del Tercer Reich. Señala, entre otras cosas, el desprecio por las letras y la cultura de los nazis y el predominio de lo "atlético" (recordad las películas de Leni Riefenstahl), pero a la vez utilizando interesadamente el lenguaje, adaptándolo a sus propósitos. Es muy, muy recomendable leerlo.

No sé si alguien se ha parado a estudiar el modo distinto que tratan las dictaduras el acceso a la cultura y a la educación según su signo político. En lo que no hay variaciones es en la censura, retirada o quema de libros, de arte degenerado. Si alguien lo ha hecho, seguro que es interesante ver a qué conclusiones ha llegado. Recordad que se suele ver como una paradoja que un pueblo tan culto como el alemán se viera seducido por los nazis, llevándole a la catástrofe. Me parece que todavía no se ha encontrado respuesta.

Creo que el próximo blogusino versará sobre las músicas que he escuchado en este mes de sequía escritora... Me estoy poniendo muy bibliotecaria y no quiero aburriros más.

Hasta el próximo.

4 comentarios:

Unknown dijo...

lo de la barbarie nazi te ha quedado muy periodístico y bastante político... hmmmm, suena a frase hecha.

Unknown dijo...

nota: aunque no pongo en duda que lo de los nazis fue una barbarie, pero...

Joaquín Huéscar dijo...

¿Para cuándo una foto en tu perfil? Por cierto, estoy esperando una referencia a Amarilli mia bella. S.S.Servidor.

Manuel Cortés Blanco dijo...

Hola Margarita:
Me alegra leerte de nuevo. Te adelanto que después de estos dos meses fuera he vuelto bien pero muy cansado. Ahora sólo me apetece desconectar con la familia. Por cierto, sigo escribiendo... Y me encantaría que cuando termine me siguieras ayudando con tus revisiones.
Nos seguimos leyendo.
Mil sonrisas.

Manuel.