domingo, 5 de abril de 2009

Errático del todo

Pues como indica e título, hoy va a ser una especie de totum revolutum más desastre de lo normal (aunque he comprobado que la mayoría de mis blogusinos son circulares).

Mis reflexiones empiezan porque antier vinieron a cenar mi maestro y sin embargo amigo, y otro amigo y acompañante. Me había esmerado bastante en el condumio y surtió los efectos deseados, esto es, gran éxito de público y crítica.

Lo primero que hizo mi maestro, tras los protocolarios besos, fue preguntar qué se estaba oyendo. Tengo que explicar que le parece casi una aberración que me guste el gamelan javanés, aparte de las joticas y demás, y nunca deja de embromarme por ello. Claro que la anterior vez me encontró oyendo el primer disco de The Police y casi le da un ataque...

La cara que puso era un poema, el sábado, cuando le comenté que es el último disco de un japonés que hace (así me lo "vendió" el amigo que me pasó esta y otras músicas- incluyendo el gamelan) bossa nova.

Debe ser que lo de la bossa nova fue contagioso, porque al final estuvimos tomando sendas caipirinhas
(con su cachaça y su limão), que no me salieron del todo mal.

El tipo se llam Jun Miyake, el disco es curioso y se deja oír, aunque no podría decir si es bossa nova o simplemente un experimento variadito, pues hay colaboradores de medio mundo, entre ellos, sí, algún brasileño de campanillas. La última canción está, supongo, en japonés, y me recordó de inmediato la última película que he visto en la Filmoteca, quizá por la sonoridad:

In the mood for love, de Wong Kar Wai. Es del 2000. Realmente, le he ido cogiendo el punto con el tiempo, desde que la ví por vez primera. Me encanta esa forma de mezclar la música tradicional con una versión bizarrísima del cumpleaños feliz y a Nat King Cole cantando aquellos ojos verdes que yo nunca besarée, entre otras cosas. Me alucinan los trajes que lleva la protagonista, que le quedan como un guante (tiene un tipazo espectacular), con esas rajas a mitad de muslo y esos taconazos de aguja de quince centímetros, que no sé como se pueden aguantar en medio del monzón. Y también me gusta el argumento, o más bien, una sensación opresiva y agobiante que se trasmite de la relación entre los protagonistas, aunque no sé muy bien si es creíble tanto jugar al ratón y al gato. Bueno, qué demontre, es ficción...

No recordaba muchos detalles, entre ellos, lo mucho que se come...

Por cierto, la programación de la Filmoteca este mes es impresionante. Ya os puse en otro blogusino anterior la forma de descargarse el programa. Aprovechad...

Hoy he comido con una buenísima amiga, de las mejores personas que conozco y que me ha dado el título para un próximo blogusino: "si es que no tienen mentalidad".

Lo prometido es deuda.

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