lunes, 3 de agosto de 2009

Patrimonio

Vaya, parece que estoy volviendo a cogerle el punto a la escritura de blogusinos...

La razón de éste, a falta de otro en plan insustancial sobre Lope de Vega (¿insustancial?, jeje) y los candelabros que colecciono, es sobre los incendios que están quemando mi isla favorita, La Palma, y la zona de Arenas de San Pedro.

Mi amiga Cris me mandó hace unos días una foto de lo que se ha quemado en Ávila. Me acordé (seguro que no fué por el mismo sitio) de un fantástico fin de semana por los alrededores con ella, sus hermanos y sus primos, bañándonos en un riachuelo con el agua congelada - eso me parecía a mí, acostumbrada al caldito del Mediterráneo - y comiendo sandía, creo.

En cuanto a lo de Fuencaliente y Mazo, conozco la zona, tengo familia allí y he pasado también veranos maravillosos, paseando por la Caldera de Taburiente y recorriendo la isla de punta a punta.

Lo que no entiendo es qué les lleva a incendiar bosques.

Al tipo o tipos que son responsables del de Arenas, lo mínimo es condenarles por homicidio, aparte de los 20 años que pueden caer por incendiar el bosque (leí que está penado desde 1995. A ver si se cumplen...).

Si se demuestra que el de La Palma es fortuito, por unos que estaban lanzando petardos o fuegos artificiales, yo me maravillo de lo tontos que llegamos a ser. ¿Es que nadie piensa que este verano el campo está sequísimo y cualquier cosa monta un desastre como ése?

No es que yo ahora vaya a escribir sobre qué vamos a dejar a nuestros hijos si nos cargamos el bosque. No, es un asunto mucho más prosaico... Nuestro principal ingreso es el turismo y ya comenzamos a diversificar del típico de sol, playa y cerveza. Esto quiere decir que empezamos a sacar rendimiento al turismo rural, a las rutas de senderismo, etc. Si no hay bosque, si no hay entorno natural apreciable, no sé que industria turística vamos a crear; al final será como hacer excursiones a Mordor...

El concepto de patrimonio (de ahí el título del blogusino) incluye tanto a la naturaleza, como a los monumentos, las estatuas, los libros, archivos, pinturas, etc. Lo que hay que cuidar, porque nos pertenece a todos.

También se me ponen los pelos como escarpias cuando veo a unos cuantos ricos futbolistas subirse encima de la Cibeles, de Neptuno o donde les pete. Parece que la cosa se arregla pagando desperfectos al Ayuntamiento, a Patrimonio o a quien sea.

Pues no, no lo comparto. No es que "por ser vos quien sois", a ellos les dejen subirse y a las hordas de hinchas que les acompañan, no. Es que nadie puede hacer el gamberro en un bien público. Si quieren bailar la conga en el estadio, presentar la copa a la Virgen de turno, ir a una recepción en el Consistorio, me parece estupendo, pero que dejen en paz lo que es de todos.

De ahí a que cada uno haga de su capa un sayo y decidan destrozar un brazo a la Cibeles, o llevarse una vaca pintada de la cow parade (no les arriendo la ganancia), hay un paso.

Debe de ser que, como también me he encontrado incendiados los contenedores de reciclaje de al lado de casa, estoy sensible ante la irracionalidad de la que hacemos gala, destrozando por destrozar, quemando porque sí (o por razones que nunca son legítimas).

En fin, prometo el Lope insustancial y saludo a Manolo por alusiones, que nos seguimos leyendo...

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